Hasta hace quince años, la imagen que predominaba sobre la presencia de latinoamericanos en Europa los relacionaba con intelectuales de izquierda, artesanos y músicos indígenas y unos pocos estudiantes universitarios y artistas. El exilio político conosureño y la cultura andina eran los elementos que otorgaban significado a la presencia de latinoamericana. Europa no parecía ser una tierra de asentamiento definitivo para los latinoamericanos, ni los estados europeos parecían preocuparse de la presencia de los latinoamericanos en su territorio. A partir de 1990, esta realidad se modifica y también su representación. La llegada de migrantes provenientes de Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Argentina y otros países latinoamericanos empieza a ser cada vez más significativa y heterogénea.
viernes, 23 de noviembre de 2007
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